La apariencia física de Jesús
Gracias a la
industria cinematográfica y del entretenimiento estadounidense, en
el imaginario popular existe la creencia de que Jesús era un hombre
de estatura alta, tez muy blanca, ojos azules o verdes y de cabello
largo y rubio, es decir, como si hubiera nacido en algún pueblo de
los países nórdicos. En otras palabras, para los gringos,
Jesucristo tenía el aspecto de un vikingo perdido en el desierto de
oriente medio.
Según la Biblia,
Jesús nació en Belén, una ciudad de la provincia de Judea la cual,
en ese entonces, formaba parte del Imperio Romano y que actualmente
pertenece a Palestina. Es decir, Jesús era judío y por tanto
formaba parte de los nativos de los pueblos semitas.
Las características
físicas originales de las personas semitas son: estatura media, tez
clara o morena clara, ojos oscuros y cabello también oscuro. Es
verdad que en la actualidad hay judíos altos, rubios y de ojos
azules pero eso es debido al mestizaje producido posteriormente en la
diáspora judía, es decir, durante el exilio del pueblo judío que,
sobre todo, se afianzó en Europa.
Siempre según
cuenta la Biblia, Jesús fue dado a luz por María, una mujer judía
natural de Galilea, una región ubicada en el actual Estado de
Israel. Por tanto, Jesús tuvo que heredar algunos rasgos físicos
del linaje de su madre, rasgos que lógicamente eran rasgos semitas.
En el famoso relato
bíblico que cuenta cuando Jesús fue traicionado por el discípulo
llamado Judas Iscariote, este tuvo que acercarse a identificarlo con
un beso ante quienes lo arrestaron pues estos no podían reconocerlo
de entre sus discípulos, los cuales todos eran también judíos. Por
tanto, con esto se entiende que la fisonomía de Jesús de Nazareth
no era distinta a la de los demás porque, de haber sido así,
Iscariote simplemente les hubiera indicado que arrestaran al único
hombre blanco, alto, rubio con ojos azules que había en el grupo
allí reunido.
Por otra parte, como
todo hombre judío de esa época, Jesús siempre tuvo que obedecer la
ley judía que, entre otras muchas cosas, ordenaba a los hombres
llevar el cabello corto y la barba larga. Así que, en base a ese
dato, se puede asegurar casi con total seguridad que Jesucristo no
llevaba el cabello largo y que tampoco iba afeitado.
En resumen, cuando
imaginemos el posible aspecto físico del Jesucristo hombre con
cuerpo terrenal, siempre tenemos que recordar que…
JESÚS ERA DE
JUDEA Y NO DE ESCANDINAVIA
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